Recuerdo a mi padre cuando relataba sus historias como soldado del ejército de Colombia durante los años cincuenta; sus ojos se llenaban de lágrimas al revivir los momentos más sublimes de su vida; como soldado sirvió al país con devoción y cada vez que regreso a mi pueblo, al entrar a mi casa materna, detengo la mirada sobre la mención de honor que lo califica como un “ soldado distinguido” , reconocimiento que aún conserva mi madre, colgado en una pared de su cuarto vacío. El Presidente de la República de cara al país, despidió a los salientes comandantes de fuerza y anunció la nueva cúpula Militar y de Policía. Mi padre fue el motor para que me alistara en la marina; se llenaron de lágrimas sus ojos, cuando me acompañó durante la ceremonia de mi ascenso al grado de coronel de la infantería de marina. Cuando tomé la decisión de retirarme de la armada, llegué a casa, besé a mi esposa, -sin saber qué se sentiría al día siguient
Brigadier General de Infantería de Marina. Veterano de las Fuerzas Militares de Colombia. Hijo, esposo, papá, suegro y abuelo. Católico. Premio Nacional de Paz 2015. De ninguna de las 2 orillas.