A partir del próximo 7 de agosto, por primera vez en la historia de nuestro país, atraca sobre el muelle de la casa de Nariño, un inquilino de la orilla izquierda de la política nacional. Gustavo Petro, lleva encima una historia que para muchos es un estigma y sus detractores no le perdonan haber sido miembro del M-19, un grupo guerrillero desmovilizado en 1990, que propició uno de los episodios más trágicos en la historia del país. Gustavo Petro tiene una polémica vida pública marcada por su pasado revolucionario, pero también por su papel como senador y alcalde de Bogotá. El nuevo presidente de los colombianos, iniciará su gobierno signado por lo que lo ha caracterizado en sus discursos cargados de pasión, al punto que su verbosa dialéctica, transmitió sentimientos de desprecio, odio, rencor y deseos de venganza. Si bien su discurso en la noche victoriosa fue conciliador e integrador, invitando a construir consensos y unidad nacional, solo hasta las primeras semanas de su gobie
Brigadier General de Infantería de Marina. Veterano de las Fuerzas Militares de Colombia. Hijo, esposo, papá, suegro y abuelo. Católico. Premio Nacional de Paz 2015. De ninguna de las 2 orillas.