La hermosa región de los Montes de María, la integran 15 municipios, de los cuales 7 pertenecen al departamento de
Bolívar: El Carmen de Bolívar fundada en 1756, por el Alférez Real Don Antonio
de la Torre y Miranda, militar español, cuyo grado inspiró el nombre de su arroyo más
importante. María la Baja en 1553, tomó este nombre, porque sobre ella se erige
la alta montaña de María, o los Montes de María. San Juan Nepomuceno se fundó
en 1778, siempre ha sido un pueblo preocupado por la educación y de allí son
famosos sus colegios. San Jacinto la tierra artesana y gaitera se fundó en
1774; Córdoba Tetón en 1756, derivó su nombre del cacique Tetón, bravo guerrero
caribe, del que aún se recogen guijarros y tunjos. El Guamo en 1750, sombreado
por el árbol del mismo nombre y rico en pastizales y ganado. Zambrano
en 1770, a orillas del magdalena; es un pueblo de soñadores,
pescadores con mitos y leyendas.
El departamento de Sucre contribuye con 8 municipios: Ovejas fundada en
1779; su fundador al llegar de madrugada, observó copos de nubes sobre sus
cerros e imaginó cientos de ovejas en rebaño por eso le puso ese nombre. Chalán
en 1745, tomó su nombre de los caballistas que corrían agitados por la belleza
de su naturaleza; Colosó se fundó en 1770 y al igual que Morroa fundada en
1533, derivan su nombre de caciques caribes que dejaron huella. Los Palmitos se
fundó en 1950, San Onofre en 1774, San Antonio de Palmito en 1950 y Tolúviejo
en 1534. Los municipios de Corozal y Sincelejo, también son considerados
influyentes sobre la región de los Montes de María.
Los Campesinos de los montes... (fotografías tomadas por Pedro Luis Mogollón, director del diario El Universal de Cartagena, durante recorrido por la región en compañía del entonces Coronel de infantería de marina, Rafael Alfredo Colón Torres)
Cualquiera
de los campesinos de los Montes de María, tiene las manos curtidas por el
trabajo de la tierra, el rostro cubierto por capas de sol y su mirada altiva,
como si esperara que las hojas grandes del tabaco, incendiaran una bocanada de
humo. Acompaña su marcha un burro camino a casa. Huele a cobre, a tierra
fresca, a tabaco y aguacate y se cierne sobre sus sienes, el sombrero “vueltiao”
propio de la Serranía de San Jacinto o las Montañas de María.
Estos
hombres andan al compás de las cigarras en las tardes, y llevan a lomo limpio, toneles
de pasto verde para alimentar a sus animales de corral. En las mañanas despiertan antes que salga el sol; con un tinto y un tabaco, arrancan la jornada, al compás del canto de
los gallos, que resuenan por todos los rincones de pequeños valles, mientras sus
mujeres pelan maíz y llevan sus hijos a las escuelas atiborradas de niños y
escasas de medios para una escolaridad adecuada.
Desde los rincones de las veredas surcadas por tendidas montañas, salen todos los días abordo de los jeep, decenas de campesinos con sus cosechas de aguacate..., si las lluvias no destrozan los rudimentarios caminos: cuando hay cosecha, recogen cuatrocientos mil frutos por jornada.
Niños de la vereda La Cansona, Montes de María. Foto lograda por Pedro Luis Mogollón, director periódico El Universal de Cartagena |
La barbarie: fue durante el año 1997, que se configuraron los grupos “paramilitares” en la región de los Montes de María, responsables de 56 masacres registradas; la génesis de esta barbarie está referida, a partir de un acuerdo entre Salvatore Mancuso y las élites locales; el ex jefe paramilitar lo ha manifestado en versiones libres, y varios investigadores lo han corroborado.
Informes del Centro de Memoria Histórica y del sistema de Justicia y Paz, narran, que en ese acuerdo, se decidió la conformación de un grupo de autodefensas que entraría a operar financiado por apoyos económicos de dueños de fincas, bajo el argumento de la instauración de un régimen de seguridad y la eliminación de la guerrilla.
Informes del Centro de Memoria Histórica y del sistema de Justicia y Paz, narran, que en ese acuerdo, se decidió la conformación de un grupo de autodefensas que entraría a operar financiado por apoyos económicos de dueños de fincas, bajo el argumento de la instauración de un régimen de seguridad y la eliminación de la guerrilla.
Nunca se puede olvidar, que entre 1997 y 2002, los “paramilitares” en
Montes de María se ensañaron contra el campesinado, extendiendo su barbarie a
unas 100.000 personas que se desplazaron rompiendo su relacionamiento familiar
y el tejido social; paralizaron los oficios del campo, impidieron el acceso a
sus puntos de encuentro, sembraron fantasmas, miedos, causaron marginamiento y pobreza;
corrompieron autoridades con dineros mal habidos.
Los “paramilitares” responsables de 56 masacres registradas, mataron y
abusaron sin compasión en Pichilín, La Libertad, Colosó, San Isidro y Caracolí,
Capaca, Las Palmas, Macayepos, El Salado, Mampuján, Corralito, Arenas, Chengue,
Chalán, Charquitas, Don Gabriel, Los Números, Orejero, Las Palmas, Bajo Grande,
La Sierrita, Los Guáimaros, La Pelona, según informaciones de Justicia y Paz, la
infantería de marina, organizaciones defensoras de los derechos humanos y
líderes de la comunidad.
En alianza con algunos miembros de la clase política, usaron las armas para forzar a la población a votar por los candidatos con quienes tenían acuerdos, forzaron nombramientos de funcionarios públicos y saquearon las arcas de varios municipios; existen evidencias sobre congresistas, gobernadores, alcaldes, concejales, diputados y funcionarios públicos de la Costa Caribe, del área de influencia del Bloque Héroes Montes de María, que han sido condenados y son investigados por sus vínculos con el paramilitarismo.
Fueron violados en su alma, en su espíritu.
Los paramilitares al mando de Cadena, Juancho Dique, el Oso y el Profe, según testimonios de las gentes, referían que las víctimas de sus masacres, fueron decapitadas; con machete y motosierras, las descuartizaban; secuestraban niñas, luego las violaban y las desaparecían. Poder, drogas, licor, armas y dinero, terrible combinación de los más despiadados asesinos de esta región, que llegaron para prestar seguridad a fincas y tierras de poderosos con intereses, pero al final, sus patrocinadores, crearon un monstruo que nunca lo imaginaron tan cruel.
Corrupción: el anclaje de clanes en cargos públicos, que se arraigó durante
los años finales del siglo XX, fue acompañado por la práctica de
corrupción y fraude electoral. La manera de llegar y conservar el poder se dio mediante
el clientelismo político: compra de votos y puestos públicos.
Como resultado de este fenómeno, los municipios de los Montes de María presentaron índices precarios de transparencia en el manejo de los recursos
del Estado, hecho que se vio especialmente agravado durante el tiempo en que el
paramilitarismo ejerció control territorial en estos municipios; y ante la poca eficiencia institucional, la cultura de la ilegalidad encontró terreno abonado.
¿Omisión?
Nunca perder la memoria: ningún
alcalde, ningún gobernador, ninguno de sus secretarios, ningún juez, o fiscal,
ningún personero, ningún comerciante, ningún empresario, ninguna entidad del
gobierno, ningún policía, ningún militar..., quienes servimos durante esos
violentos años, NO podemos olvidarlo: es imborrable tan horrible destrucción.
Campesino de Montes de María. Fotografía lograda por Pedro Luis Mogollón |
Todos los de esa larga lista, tenemos algo que contar; verdades en
blanco y negro; aciertos y desaciertos; justas explicaciones, justas ilustraciones,
verdades incompletas desde todas las orillas, son muy válidas y necesarias todas
las percepciones para completar las historias y pasar una página que aún no se
ha podido pasar; la gente sigue acusando a las autoridades por omisión y este sentimiento
se arraiga, porque luego de doce años que allí no existe conflicto armado, la
gente no se siente reparada y acusa falta de verdad: hay deudas por saldar.
¿Y las guerrillas qué?
Durante los años 70 arribaron a la zona grupos de guerrillas, pero es
sobre la década de los 80, cuando se consolidan: primero el EPL, luego el ELN,
siguieron las FARC; todos cupieron mientras no existía suficiente
institucionalidad civil, que ejerciera pleno control del territorio; estas
guerrillas, constriñeron diez y siete municipios de Montes de María; robaron
ganado, secuestraron, paralizaron vías, incendiaron propiedades, hostigaron, destruyeron
y atacaron fincas, instalaciones privadas y públicas, perpetraron emboscadas,
acciones de piratería, instalaron minas antipersonal, asesinando gente sin
distinción; hicieron abortar decenas de guerrilleras; su justicia: las armas; a su paso por decenas de veredas y corregimientos, arruinaron campesinos;
acabaron su desarrollo comunitario.
Punto culminante de la barbarie: durante el fragor de las disputas por el territorio y ante la falta de capacidades institucionales, surgieron alianzas perversas que permiten a los grupos paramilitares, fungir como fuerza de contención ante la arremetida de las guerrillas, lo que atizó los más horrendos abusos y crímenes, desde todas las orillas.
Un ejemplo: está
consignado en Justicia y Paz, que en San Onofre, Sucre, el paramilitar Marco Tulio
Pérez Guzmán, alias “el Oso”, organizaba reinados de belleza entre estudiantes
menores de edad y que obligó a algunas de las candidatas a tener relaciones
íntimas con él. Una menor de 14 años fue abusada múltiples veces por este
paramilitar, quien retenía a la niña, amenazándola de matar a su papá si no
accedía a sus deseos. Este mismo paramilitar, imponía como castigo a las
mujeres que le sirvieran como empleadas de servicio en su casa durante
ocho días y a los esposos de sus víctimas los ponía a barrer las calles del
pueblo.
Por diversas circunstancias, las autoridades de la época, no pudieron
evitar los hechos protagonizados por los paramilitares; sus justas razones y sus claros argumentos, podrían guiar a la Comisión de la Verdad, mecanismo NO judicial, al esclarecimeinto de la Verdad, la Convivencia y la NO Repetición.
Pero los mismos paramilitares, acusados, reconocieron ante el sistema de Justicia y Paz, que la niñez, fue uno de sus blancos más sensibles; vale recordar que en los tiempos de esta barbarie, ningún sector político, hizo resistencia a este tipo de delitos contra menores, para que fueran tratados con penas más fuertes.
Chico y Aroldo me contaron: “no olvide coronel, que por el año 1987, llegó el PRT y el EPL; fueron los primeros en asesinar gente; luego andaban con los del ELN". Estos grupos con las FARC, de acuerdo con un censo de los campesinos de ASOPRAN, (Asociación de productores de aguacates), cometieron cerca de 600 asesinatos selectivos de campesinos en montes de maría, desplazando comunidades enteras sobre la región de Macayepos, (según los pobladores se dice Macayepos, no Macayepo).
Mataban de a dos y de a tres, durante todo el tiempo; esos muertos eran de las veredas y corregimientos de Macayepos, Don Gabriel, Cansona, Floralito, La Cañada, El Algodón, Lázaro, Hondible, Ojito Seco, Guamanga, Loma Central, La Sierrita, Centro Alegre, Tierra Grata, Raizal, El Hobo, Los Números, Salitral, Chengue, El Tesoro, Berruguita, Aguacate, Chinulito, El Pavo, Pajonalito, Venado; todos las veredas tienen muertos de la guerrilla.”
Señora habitante de Montes de María. Foto lograda por Pedro Luis Mogollón, director periódico El Universal de Cartagena |
Pero los mismos paramilitares, acusados, reconocieron ante el sistema de Justicia y Paz, que la niñez, fue uno de sus blancos más sensibles; vale recordar que en los tiempos de esta barbarie, ningún sector político, hizo resistencia a este tipo de delitos contra menores, para que fueran tratados con penas más fuertes.
Las aberraciones en las
filas de las Farc, fueron similares: exguerrilleras de las Farc, en Montes de María, relataron a las
autoridades como eran obligadas a abortar, cuando desde niñas eran reclutadas
en las filas de los frentes XXXV y XXXVII.
"Araceli" exguerrillera del frente XXXV, nunca podrá borrar de su
memoria las veces que sus comandantes la obligaron a abortar. La última vez que
lo hizo fue una tarde en el monte, cerca de las Aromeras Sur, (entre Carmen de Bolívar y Zambrano, en direeción Ovejas y Magangué), donde el extinto Gustavo
Rueda Díaz, alias "Martín Caballero", tenía su hostil centro de mando de
las Farc.
Pese a su lánguida figura, "Araceli", estuvo por dar a luz en cuatro oportunidades y
todos los embarazos los perdió por abortos provocados en las filas guerrilleras. Dicen las parteras que atendían las guerrilleras, que la mujer embarazada cuando tiene más de 3 meses y la barriga no se le asoma, es porque tiene
sentimientos negativos. Sentimientos reprimidos que no dejan crecer al feto. Y
no es para menos, pues las experiencias que soportó "Araceli" en la
guerrilla, fueron extremas, según lo relató a Manuel Santiago Pérez, periodista
del diario El Universal de Cartagena.
Con una crudeza similar a la que viven en ese mundo de guerra y terror,
contó que en el año 2006 le sacaron un niño de 5 meses de gestación sin ningún
tipo de asistencia médica.
"Casi me muero", narró "Araceli": -no quería que me lo sacaran, pero me obligaron-; dijo con la cabeza inclinada. Explicó que tanto a ella, como a otras de sus compañeras que pasaron por
situaciones similares, las obligaron a perder a sus hijos.
La hicieron ingerir varias pastillas y se las introducían vía vaginal.
También le aplicaron inyecciones. Fue tanta la saturación de medicamentos
indebidamente aplicados que perdió la conciencia; la hemorragia era imparable y
entró en estado de shock.
“Me tuvieron que traer cargada porque no podía caminar. Me obligaban a
trabajar para que botara al niño, pero no podía hacerlo. Me dio diarrea, vómito
y me desmayaba”; al final le sacaron su criatura, muerta, al igual que las esperanzas de
tenerla.
Chico y Aroldo me contaron: “no olvide coronel, que por el año 1987, llegó el PRT y el EPL; fueron los primeros en asesinar gente; luego andaban con los del ELN". Estos grupos con las FARC, de acuerdo con un censo de los campesinos de ASOPRAN, (Asociación de productores de aguacates), cometieron cerca de 600 asesinatos selectivos de campesinos en montes de maría, desplazando comunidades enteras sobre la región de Macayepos, (según los pobladores se dice Macayepos, no Macayepo).
Mataban de a dos y de a tres, durante todo el tiempo; esos muertos eran de las veredas y corregimientos de Macayepos, Don Gabriel, Cansona, Floralito, La Cañada, El Algodón, Lázaro, Hondible, Ojito Seco, Guamanga, Loma Central, La Sierrita, Centro Alegre, Tierra Grata, Raizal, El Hobo, Los Números, Salitral, Chengue, El Tesoro, Berruguita, Aguacate, Chinulito, El Pavo, Pajonalito, Venado; todos las veredas tienen muertos de la guerrilla.”
¿Quién es el más violador, el más asesino?
El debate sobre los abusos sexuales cometidos durante el conflicto armado, es uno de los más sensibles del momento en nuestro país; el caso estudio Montes de María, merece referencia, porque allí se cometieron todo tipo de barbaries que se encuentran documentadas; pero hay que agragarle, que aún las víctimas, basan sus relatos en la omisión de las autoridades, por NO enfrentar con determinación al paramilitarismo, y por NO atender oportunamente sus derechos ciudadanos.
El debate sobre los abusos sexuales cometidos durante el conflicto armado, es uno de los más sensibles del momento en nuestro país; el caso estudio Montes de María, merece referencia, porque allí se cometieron todo tipo de barbaries que se encuentran documentadas; pero hay que agragarle, que aún las víctimas, basan sus relatos en la omisión de las autoridades, por NO enfrentar con determinación al paramilitarismo, y por NO atender oportunamente sus derechos ciudadanos.
Punto aparte: es preciso aclarar que frente a las acusaciones que se hace al establecimiento, NO son las
instituciones como afirman quienes las desconocen, las que sistemáticamente se
prestaron para violar la ley; son las personas que equivocaron el camino, y por
tanto, los individuos, los señalados, son quienes deben responder.
Justicia Especial para La Paz: la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es el componente
de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no
Repetición, creado por el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las
Farc-EP. Es lo más oportuno en estos momentos; es lo que nos permitiría pasar la página de una vez por todas.
Si alguien tiene la llave que abra el candado a una mejor sistema de justicia restaurativa,
que medie entre tanta violación, aberración y barbarie, que la muestre; NO se trata de seleccionar a
quien cometió el mayor salvajismo, calificar a quién fue el mayor violador, ni establecer cuál de los delitos perpetrados
durante la guerra, es el campeón de la
indignación; se trata de establecer porqué sucedió y que se cuente toda la
verdad, sin el temor de terminar el resto de la vida tras las rejas.
Es evidente que existe desconfianza frente a la JEP; y como lo propuso
el ex comisionado de paz, Sergio Jaramillo, se podrían incorporar nuevos
magistrados que garanticen atender el copioso volumen de casos y que brinden tranquilidad
a los diversos sectores políticos que no le creen a la JEP.
El quid del asunto es contar la
verdad con pelos y señales: sin verdad, no habrá paz; si agentes del
Estado, si distinguidos funcionarios públicos y autoridades civiles de las
regiones, NO hubieran omitido atender con prontitud la gente, para facilitarles
su desarrollo social y humano, NO hubieran omitido proteger sus derechos; si NO hubieran cometido graves faltas contra la ley durante el conflicto armado, el
tema que hoy nos divide sería pan comido, pues la verdad solo se les exigiría a
las integrantes de las Farc.
Ante la enorme amalgama de delitos, cometidos por omisión o por acción
durante la guerra, el sentido común sugiere mantener la administración de la
justicia transicional en manos de la JEP, para que durante los próximos veinte
años que establece su temporalidad, se pueda aplicar sin más dilaciones, un moderno
sistema de justicia restaurativa, que permita reconstruir sin más odios lo que
el conflicto destruyó, y concentrarnos exclusivamente, en una agenda que construya
bienestar para todos los colombianos.
Epílogo:
Mientras los paramilitares lucían como guardianes de terreno crítico
en la región, las guerrillas causaban muertes selectivas contra campesinos que
obstaculizaban sus intereses. Las guerrillas le apostaron a la formación
política de la gente, pero por la resistencia y por las fuertes raíces
culturales de la región montemariana,
la gente nunca le creyó a la vía de las armas.
Los infantes de marina con el mismo rigor que enfrentaron a
guerrilleros, volcaron todos sus esfuerzos entre los años 2002 y 2005, para combatir a los paramilitares de
Diego Vecino, Cadena, Juancho Dique, Zambrano, Román y el Cocha, al punto de
reducir sus capacidades para sacar cocaína por el golfo de Morrosquillo y reducir
su capacidad de asesinar gente y constreñir comunidades enteras.
Largas jornadas de combates desarrollaron las fuerzas especiales de la marina colombiana, a lo largo del Golfo de Morrosquillo, el Canal del Dique, los municipios ribereños del río Magdalena, interrumpiendo las rutas de tráfico de cocaína, incautando alijos de coca y combatiéndolos en zonas rurales de los municipios de San Onofre y María la Baja.
Puerta a puerta, los infantes lograron ganar la confianza de las comunidades en cada vereda, corregimiento y municipio; en principio, la gente NO los miraba directamente a su rostro, pues los acusaban de haber omitido sus deberes al no protegerlos de las masacres y de la barbarie paramilitar.
Las tropas incautaron valiosa documentación a los paramilitares, puesta a disposición de autoridades judiciales; dicha información, confirmaba el cómo, el paramilitarismo había coptado autoridades y personas influyentes de la región, para financiar su accionar criminal.
Los infantes de marina, palmo a palmo, casa por casa, finca por finca, vereda por vereda, en las calles, en las plazas de los municipios, recuperaron el control del territorio y lograron tender puentes entre la comunidad y las autoridades civiles, reduciendo sustancialmente la capacidad armada de las autodefensas. Los pobladores de San Onofre y del Carmen de Bolívar, recuperaron la confianza en la fuerza pública y los grupos armados comenzaron a perder espacio en el territorio.
Largas jornadas de combates desarrollaron las fuerzas especiales de la marina colombiana, a lo largo del Golfo de Morrosquillo, el Canal del Dique, los municipios ribereños del río Magdalena, interrumpiendo las rutas de tráfico de cocaína, incautando alijos de coca y combatiéndolos en zonas rurales de los municipios de San Onofre y María la Baja.
Puerta a puerta, los infantes lograron ganar la confianza de las comunidades en cada vereda, corregimiento y municipio; en principio, la gente NO los miraba directamente a su rostro, pues los acusaban de haber omitido sus deberes al no protegerlos de las masacres y de la barbarie paramilitar.
Hermosa señora de Montes de María, luego de recuperar la confianza en la infantería de marina. |
Los infantes de marina, palmo a palmo, casa por casa, finca por finca, vereda por vereda, en las calles, en las plazas de los municipios, recuperaron el control del territorio y lograron tender puentes entre la comunidad y las autoridades civiles, reduciendo sustancialmente la capacidad armada de las autodefensas. Los pobladores de San Onofre y del Carmen de Bolívar, recuperaron la confianza en la fuerza pública y los grupos armados comenzaron a perder espacio en el territorio.
Reunión con la comunidad de San Onofre, cuando la justicia comienza a recibir los testimonios de la comunidad, por la barbarie paramilitar en Montes de María. |
El comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, durante el año 2005, informó
al comandante de la Brigada en Corozal, que debía suspender todas las
operaciones contra los paramilitares, orden que el coronel de entonces, consideró
un salvavidas para este grupo, que estaba a punto de ser sometido militarmente.
Se entendió a regañadientes, que dentro del marco del acuerdo pactado
en Ralito firmado durante el 2002, los
paramilitares entraban en un proceso de desmovilización gradual, que para el
caso de este blog, el Bloque Héroes Montes de María, termina su desarme el 14
de junio de 2005, cuando entregan sus armas,
al comisionado de paz, autoridades regionales y nacionales, en una institución
educativa del corregimiento de San Pablo- María la Baja.
Las batallas y los hechos militares para ganar el apoyo de la población civil,
es tema de otro Blog.
Las Farc fueron vencidas por
los infantes de marina, soldados del ejército nacional y escuadrones de combate
de la fuerza aérea colombiana en la batalla de las "aromeras", cuyo teatro de
operaciones se consolidó, sobre la vereda El Aceituno del Carmen de Bolívar,
durante la madrugada del 24 de octubre del año 2007.
Hoy han pasado quince años largos sin paramilitarismo en la región y trece años sin guerrillas.
El gobierno hace lo posible por llevar desarrollo, pero el tiempo pasa y el desarrollo no abriga el campo donde existen huellas de violencia; el Plan Nacional de Desarrollo, (PND), no le da suficiente recursos a una región que podría ser modelo de desarrollo sostenible después de la guerra: como ya no hay guerra, Montes de María no es prioridad.
Hace falta la instalación de bienes y servicios; sin reparación, la democracia no se profundiza; prevalecen las malas prácticas; no se ha logrado una verdadera reforma del campo y los campesinos no han hecho el tránsito a la formalización, a la tecnificación de su producción agrícola, por tanto, el emprendimiento sigue siendo rudimentario.
Los liderazgos que surgieron despúes del conflicto, se han fragmentado porque prevalece la mezquindad de la política; líderes políticos que hacen campaña en la región, han dividido estos liderazgos en las veredas y corregimientos, para ponerlo bajo sus intereses.
La Comisión de la Verdad comenzó a operar en diciembre de 2018, y aparte del testimonio de las víctimas, se requieren las historias, las verdades de todos los actores que estuvieron presentes durante los orígenes, durante los hitos y durante el punto culminante de la barbarie; es importante revisar el testimonio de los paramilitares. El tiempo de la Comisión de la Verdad termina en diciembre de 2021; línea de tiempo insuficiente para recopilar La Verdad completa.
El gobierno hace lo posible por llevar desarrollo, pero el tiempo pasa y el desarrollo no abriga el campo donde existen huellas de violencia; el Plan Nacional de Desarrollo, (PND), no le da suficiente recursos a una región que podría ser modelo de desarrollo sostenible después de la guerra: como ya no hay guerra, Montes de María no es prioridad.
Hace falta la instalación de bienes y servicios; sin reparación, la democracia no se profundiza; prevalecen las malas prácticas; no se ha logrado una verdadera reforma del campo y los campesinos no han hecho el tránsito a la formalización, a la tecnificación de su producción agrícola, por tanto, el emprendimiento sigue siendo rudimentario.
Los liderazgos que surgieron despúes del conflicto, se han fragmentado porque prevalece la mezquindad de la política; líderes políticos que hacen campaña en la región, han dividido estos liderazgos en las veredas y corregimientos, para ponerlo bajo sus intereses.
La Comisión de la Verdad comenzó a operar en diciembre de 2018, y aparte del testimonio de las víctimas, se requieren las historias, las verdades de todos los actores que estuvieron presentes durante los orígenes, durante los hitos y durante el punto culminante de la barbarie; es importante revisar el testimonio de los paramilitares. El tiempo de la Comisión de la Verdad termina en diciembre de 2021; línea de tiempo insuficiente para recopilar La Verdad completa.
He acompañado algunas mesas técnicas de víctimas, donde se construye
verdad y reconciliación; en esos escenarios después de tantos años hay dos miradas hacia la fuerza pública: una
de gratitud y reconocimiento; pero en la otra mirada, persisten señalamientos.
https://www.youtube.com/watch?v=-8fh8CanX7E
https://rafaelcolontorres.blogspot.com/2020/07/la-verdad-una-frenetica-competencia.html
https://www.youtube.com/watch?v=-8fh8CanX7E
https://rafaelcolontorres.blogspot.com/2020/07/la-verdad-una-frenetica-competencia.html
Interpretar el conflicto no es cosa fácil; la esperanza es el mayor factor y el mayor sentimiento que abriga la gente; pero detrás de cada absurda ideología, de cada corriente política extrema, prevalece la división que desintegra hasta los amigos y compañeros de batalla que tanto han luchado por la
paz del país.
Escrito en Chía a los 18 días del mes de marzo de 2019 siendo las 20:30h
Redacción, información, fotografías y contenidos, bajo protección del derecho de autor. La autoría original que aparece en esta página, se encuentra protegida por el derecho de autor. Incluye escritos, fotografías y otros tipos de autoría. Fundamentos del derecho de autor [Copyright Basics],
https://twitter.com/rafacolontorres
Redacción, información, fotografías y contenidos, bajo protección del derecho de autor. La autoría original que aparece en esta página, se encuentra protegida por el derecho de autor. Incluye escritos, fotografías y otros tipos de autoría. Fundamentos del derecho de autor [Copyright Basics],
Muy importante aporte. Conozco de cerca esta historia. Ya es hora de conocer la verdad, levantarnos y crear país. Muy Bueno.
ResponderBorrarMuchas gracias por su noble comentario.
BorrarQue buena labor que hiciste, Rafa. Que orgullo para todos nosotros. Ojala nunca más se repita una barbarie de estas en algún rincón de nuestra geografía universal. Escribes muy bien. No haz pensado en volver a visitar esa hermosa región ? Cuando quieras recogemos los morrales empolvados de recuerdos y vamos! Un abrazo. Tu amigo, Jorge Paz
ResponderBorrarEtoy listo gran George; gran capitán de los sueños más imposibles de la vida.
BorrarTe aprecio mucho querigo GEORGE.
Estoy pendiente de hacer una travesía por esa hermosa región y serías un gran acompañante.
Te aviso...!
Un buen artículo. Lo importante, es la VERDAD por todos los actores del conflicto.
ResponderBorrarMuchas gracias.
BorrarUn fuerta abrazo...
LA CONUNIDAD DE PALO ALTO ESTAMOS AGRADECIDOS CON USTED PARA TODA LA VIDA.
ResponderBorrarLos recuerdo y llevo en mi corazón...
BorrarLA CONUNIDAD DE PALO ALTO ESTAMOS AGRADECIDOS CON USTED PARA TODA LA VIDA.
ResponderBorrarSiempre los recuerdo y llevo en mi corazón...
BorrarQuienes conocemos la región y conocimos su labor no podemos agregar coma alguna a su ilustrada y honesta reflexión. Es responsabilidad de todos respaldar iniciativas que procuren consolidar el proceso y permita reivindicar la dignidad de las comunidades mancilladas durante el conflicto. Negar estos hechos más de insensato y mezquino es persistir en la victimización de una gente buena que merece cumplir sus sueños, que no tienen porque ser presa de ideologias.
ResponderBorrarMuchas gracias.
BorrarAsí es...
Por favor reciba un fuerte abrazo...
Felicitaciones Rafael
ResponderBorrarMuchas gracias, es usted muy gentil.
BorrarReciba por favor un fuerte abrazo...
Ahora que tenemos más oportunidades de conocer, escribir, interactuar, apoyar, contar, hacer, etc en Bien de todas estas comunidades la ART, Agencia para la renovación de territorios) Mediante los PDET,tendrá la oportunidad de atender a todas las necesidades de esas Tierras de los Montes de Maria, he tenido la oportunidad de ir, de conocer de cerca las personas que con su agradable personalidad nos hacen pasar agradables ratos es ahora, que las Iniciativas soñadas por los campesinos indígenas,y Afros, se conviertan a 10 Años en unos Grandes Proyectos que se cumplirán por que los Líderes así lo hicieron conocer, en buena hora el General Rafael Colón también realza las Necesidades sentidas de una majica tierra donde la Música, las Artesanías, la Gastronomía, los Paisajes, la Historia etc se conjuga el el Modelo de paz.
ResponderBorrarAsí es; nuestro gobierno debe liderar todos los procesos de reivindicación del territorio y sus comunidades.
BorrarSiempre deseamos lo mejor al gobienro y que acelere sus procesos para llevar desarrollo.
Un fuerte abrazo..