Es cierto que a pesar de ser el país que más combate el fenómeno de las
drogas ilícitas..., por más de una década consecutiva seguimos siendo el
país que más produce clorhidrato de cocaína en el mundo, el que más produce
pasta base de coca, el que más permite el ingreso de precursores químicos, uno
de los mayores consumidores de drogas ilícitas en Latinoamérica, sencillamente
porque somos el país que más permite que se siembre hoja de coca en su
territorio.
Presidente Iván Duque, imagen Colprensa, publicada en el Diario El Magdalena. |
171.000 hectáreas sembradas
reporta el informe oficial, pero tardío de la oficina de las Naciones Unidas
contra las drogas y el delito, (UNODC), agencia oficial para el gobierno
colombiano, encargada desde 1999, de monitorear los cultivos ilícitos.
Por cierto no hemos logrado poner
de acuerdo este reporte, con el que ofrece la Oficina de la Política Nacional
para el Control de Drogas de la Casa Blanca; su reporte fue superior al de
UNODC: 209.000 hectáreas. O sea, desde la medición algo no funciona tan bien; veamos
algunos por qué.
El pasado 19 de septiembre en la
sede del ministerio de justicia, los zares de la lucha contra las drogas en
Colombia, se reunieron para reflexionar sobre el referido informe de UNODC; y ante
los medios de comunicación, quedó sobre la mesa, el complejo desafío que enfrenta la
coordinación interinstitucional.
Para el buen entendedor, pocas
palabras:
El señor ministro de la defensa nacional, afirmó que: “no hemos tenido
una curva de inflexión en el combate contra las drogas; al contrario hay mayores
productividades y esto es altamente preocupante; a los campesinos bien les
parece que los cultivos de coca son una actividad lícita y norma como función
agrícola; tenemos una generación en peligro porque el consumo aumenta en forma dramática,
el efecto balón, (se erradica aquí y se resiembra allí), cuando se ataca en un
departamento, germina coca en otro lugar vecino; concluyó que durante este gobierno, los cultivos de
coca, se tratarán como un asunto de seguridad nacional”.
La señora ministra de justicia,
Gloria María Borrero, quien en teoría coordina la política nacional de drogas
del Estado colombiano, y que por cierto, habló después del señor ministro de la
defensa, muy preocupada “anunció la
espera de la nueva política integral que irá desde la prevención hasta la erradicación
y el combate contra las drogas sintéticas, que ponen en riesgo a las nuevas
generaciones; pedirá un nuevo reporte a la ONU con fecha agosto de este año, para informarle al país cómo recibió el
presidente Duque”.
El alto consejero para el
posconflicto, señor Emilio José Archila Peñalosa, puso sobre la mesa, que “el
gobierno Santos, dejó desfinanciados los programas, hubo excesiva generosidad y
terrible falta de planeación en la estructuración de los planes, por tanto el
gobierno hará maromas para conseguir
los fondos que permitan cumplirle a la gente. La administración anterior se equivocó, porque la llegada al
territorio, no es a corto plazo; cumplirle a todas las familias inscritas por
el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos PNIS, requerirá por lo
menos dos billones de pesos que en estos momentos no existen; sin embargo les
cumpliremos”.
Finalmente el director de la
policía antinarcóticos, en la misma línea del señor ministro de la defensa
nacional, anunció que “habrá contundencia para enfrentar el problema”; mientras
el representante de la Oficina contra las Drogas y el Delito de las Naciones Unidas
señor Bo Mathiasen, hizo énfasis en que “los cultivos ilícitos, hoy permanecen
donde históricamente han estado y enfrentarlos requiere mejor coordinación, mayores
recursos para los proyectos de desarrollo alternativo”.
Informe Monitoreo de territorios afectados
por cultivos ilícitos 2017...
Un chicharrón tan carnudo y amorfo, desde cualquier lado que se le quiera
mirar o coger, exige una sincera y estrecha coordinación con el país, más
pedagogía para esta Colombia mediática, una mayor integralidad y
complementariedad de los mecanismos y estrategias, donde hay un largo etcétera,
por tantos actores y agencias que intervienen, con varios jefes signados por
intereses de diversa índole.
Este gobierno posee argumentos
para echarle todas las culpas al anterior; pero confío que el presidente Duque dejará
como legado una institucionalidad más eficiente, capaz de ejercer el control de
vastos territorios, que lucen inexpugnables para la ley, el orden y la implementación
de las políticas públicas; los nuevos liderazgos NO pueden seguir produciendo más desencantos.
Respetuoso
consejo señor presidente...;
quedan solo cuarenta y cinco meses; por favor reúnase pronto con sus posibles sucesores en la Casa de Nariño, para que hablen sobre cultivos de coca, y narcotráfico; haga posible lo imposible; presénteles su moderna política integral contra las drogas, permita que entre todos la corrijan, la tachen, la reconstruyan; y cuando estén de acuerdo, firmen un compromiso; entonces anúncielo al país, para que su pedagogía le enseñe al mundo entero, que la lucha contra las drogas es un asunto de largo aliento, que se necesita de más comprensión y más trabajo en equipo.
quedan solo cuarenta y cinco meses; por favor reúnase pronto con sus posibles sucesores en la Casa de Nariño, para que hablen sobre cultivos de coca, y narcotráfico; haga posible lo imposible; presénteles su moderna política integral contra las drogas, permita que entre todos la corrijan, la tachen, la reconstruyan; y cuando estén de acuerdo, firmen un compromiso; entonces anúncielo al país, para que su pedagogía le enseñe al mundo entero, que la lucha contra las drogas es un asunto de largo aliento, que se necesita de más comprensión y más trabajo en equipo.
Se trata de solucionar el problema entre todos los
colombianos; NO se trata de una carrera
solitaria; esto NÓ es tarea exclusiva
de un solo gobierno.
Escrito en Chía el 15 de octubre de 2018, a las 15:00h
Comentarios
Publicar un comentario
Mil gracias por sus amables comentarios