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Evangelio del Domingo...


Evangelio domingo 19 de julio de 2020…. Mateo 13.24-30. Dejadlos crecer juntos hasta la siega.
Reflexión sabia del Padre Luis Guillermo, rector de la Capilla Santa Ana de Centro Chía…


Saludo y bendición para todos; en este domingo XVI Jesús nos describe el misterio del Reino de Dios como una realidad en la que pueden aparecer juntos el trigo y la cizaña. La Santidad bajo la imagen del trigo, es la semilla sembrada por Dios, mientras que el pecado representado en la cizaña, es sembrado por el enemigo.

Es la triste realidad del corazón humano, porque todos llevamos la Gracia Divina en nuestro corazón, pero también somos víctimas del pecado. Sabemos que es un eterno misterio, la lucha entre el bien y el mal; y la llevamos dentro. El texto dice que de día, se siembra el trigo, pero, el enemigo siembra la cizaña de noche…, como aprovechando la oscuridad, para dañar a los demás. Entonces sabemos que, el pecado y el mal y la mentira, requieren la tiniebla, mientras que la verdad no tiene miedo a la luz.

Hermoso texto que nos deja ver que aunque, la Santidad y el pecado, no se toleran, sin embargo, crecen juntos; como el trigo y la cizaña, en el terreno el bien y el mal, en nuestro pobre corazón. Ambos conviven, en el mismo corazón; en la misma tierra, pero tienen orígenes distintos: el trigo, Dios; la cizaña, el mal. Pero al final, nuestro señor, nos brinda oportunidades para crecer en el jardín de su amor, arrancando al final la cizaña, pero será Él, quien lo haga.

El Señor, se reserva el derecho de tener la última palabra al final de los tiempos…; entre la siembra y la cosecha, pues Dios establece como un compás de espera que ha regalado a todos como una oportunidad de Salvación. Y nos alerta a no dividir la humanidad, como fácilmente lo hacemos entre buenos y malos. Como si él ofreciera el premio solo a los buenos y la condenación a los malos. Él quiere que todos se salven; y será Él quien juzga y sabemos que su juicio es amor y misericordia eterna; a buenos y malos, nos da tiempo para descubrir, nuestras cizañas, para eliminar las malas hierbas de nuestra vida y tener el valor de erradicarlas.

Si bien queremos arrancar la cizaña, Dios permite que crezcan juntos; Él no tiene prisas, a uno y a otros les da tiempo y oportunidades, porque, solo ÉL sabe si los malos pueden hacerse buenos, o los buenos pueden ser malos…; es que ese es el misterio de la Gracia y el pecado; una frontera entre el bien y el mal, que pasa por el corazón de todos y que requiere nuestra opción libre y personal, porque o producimos trigo, o producimos cizaña.

En todo caso, por encima de todo, está la paciencia infinita de Dios, porque Él no quiere aniquilar a la cizaña, sino al contrario, le da una bella oportunidad para que vuelva, o sea trigo. Parábola hermosa, fiel descripción de nuestra vida misma; mientras algunos se esfuerzan por hacer el bien, otros siembran la cizaña y hacen el mal y destruyen lo que otros han hecho; y como es más fácil destruir que construir, con frecuencia pues tenemos la impresión de que el mal, o sea la cizaña avanza más en el terreno, y el bien como que pierde terreno.

Eso pasa con la fe, familia queridas; con frecuencia le preguntamos al señor porque permite algo, estas pandemias, etcétera, y eso no es cuestión de Dios. Hay un mal que va circulando en el mundo; no debemos olvidar que Dios tiene su tiempo y desde luego no es el nuestro; ya que, no solamente, no hay que desanimarnos, sino que hay que pasar a la acción e intentar vencer al mal a fuerza de bien.

Pues entonces habrá que trabajar más rápido que nuestros enemigos, pensando que, el salario al final lo da nuestro Señor, es la vida eterna, pero, toca adelantarnos a aquellos que quieren sembrar cizaña; y estar atentos, porque por nuestro corazón, también merodea el mal.

Hay un refrán que dice: “si buscas un amigo sin defectos, te quedarás sin amigos”, pues así, todos tenemos defectos; la misma Iglesia, tiene defectos; hay cabida a los pecadores; porque muchos que hoy son Santos: qué maravilla, fueron en sus momento pecadores.

¡Y no es ser maravilloso el pecar, sino, La Santidad!
Esta bella frase: “todo Santo tuvo un pasado, como todo pecador tiene un futuro”. Lo importante entonces, está en mirar la ciega final y encaminarnos, a ser trigo; porque junto al trigo está la cizaña; junto a los buenos, los malos; junto a los santos, los pecadores; y si la Iglesia es Santa, también ella es pecadora, y crece en ella el bien y el mal. Santos y pecadores se encuentran todos los días en la iglesia como, trigo y cizaña; porque somos humanos; ¿y más que pensar en arrancar la cizaña o decir que somos buenos y hay otros malos? ¡No!; líbranos Señor de considerarnos mejor que los demás; la propuesta es para todos estar despiertos y atentos, cuidando el trigo de nuestra fe, de nuestra gracia, del amor…, porque, quienes hemos pasado por cizaña, quienes hemos tenido mal en el corazón, porque somos naturaleza humana, sabemos que lo mejor y absolutamente divino es: ser trigo, en el ramillete de Dios, en la ciega Divina.

Y así como el hortelano, prepara la tierra, la abona y la fertiliza, siembra la semilla y lo más probable es que tendrá un fruto delicioso, pero, si el terreno no está preparado, ni abonado, pues el fruto quizás sea como una manzana dañada. También tenemos que estar alerta, porque en nuestro corazón están los valores del evangelio y los sembramos: la semilla del Reino, pero también, estar atentos contra, la semilla del maligno que sabe nuestras falencias.

Si cultivamos los valores de Dios, nuestros frutos serán benditos; pero si nuestro corazón está descuidado, pues no habrá fruto bueno; lo invadirá la cizaña. Tristemente, cuando colocamos una manzana buena, al lado de una podrida, la mala contagia a la buena; en cambio, en el ámbito espiritual, si hacemos que predomine la fuerza de la fe, pues transformará lo malo en bueno, porque contamos con la ayuda de Dios.


Familias queridas, tenemos que ser sagaces para el bien, hábiles para buscar, el triunfo del bien; y hay una especie de anécdota que nos puede servir para este domingo, la he querido titular: ¿y a la hora de la ciega, quien será mejor? es como para aprender de quien no se espera, porque, hace un momentico el Señor nos decía: ¡que tenemos que estar alerta!; no arrancarla sino al final, que Él tiene la palabra; entonces escuchémosla atentamente.

Dice que… “una taxista frente a un manicomio se le pinchó, una llanta del taxi. El taxista se dispuso a cambiar la rueda, con tan mala suerte que no se dio cuenta que las tuercas, se le fueron a una alcantarilla; al darse cuenta no sabe qué hacer; un loquito que estaba observando lo que le sucedía al taxista, entra en conversación con el taxista y le pregunta: “-¿señor, qué le pasó-?, pues perdí las tuercas en la alcantarilla y ahora no sé cómo ajustar, la llanta de repuesto…; -ahhhh ya entiendo-  (dijo el loquito); -¿por qué no le quita una tuerca a cada una de las tres ruedas, y se la pone a la de repuesto?-

¡Pues tiene usted razón señor, muchas gracias!; ¿y puedo hacerle una pregunta?; -si claro, contestó el loquito-; ¿y usted siendo tan inteligente, al darme semejante idea de las tuercas, por qué está encerrado en este manicomio?  -y el loquito dijo: bueno, es que yo estoy encerrado por loco, ¡no por tonto!”-.

Moraleja: tenemos que estar abiertos, a las enseñanzas de todos; y nadie es mejor que otro; porque el veredicto, solo lo da Dios.

Amadas familias, felicito a tantos papás, a tantas mamás, tantas personas bellas, que han sembrado trigo en el terreno, en nuestros corazones, que Dios bendiga a quien ha marcado, la fe en nuestra frente con una hermosa cruz; quien nos ha invitado a arrodillarnos en el templo desde niños; y no obstante hoy, quizás adultos o viejos, ya venerables, ancianitos, ancianitas, con una carga de pecado en las espaldas, sabemos que más puede, la fuerza del trigo, la fuerza de la fe.

Que el señor nos permita convivir como hermanos; los unos con los otros; Dios es el único que conoce entonces lo que hay en cada uno de nuestros corazones; pidámosle que Él nos ayude a crecer como trigo maduro, y así podamos seguir sembrando con esperanza, en medio de este campo difícil, rodeado de pandemias, de dificultades, de propuestas seductoras, que totalmente son engañosas; levantemos nuestra cabeza, y démonos cuenta que somos trigo, de una bendita ciega, que va a hacer el Señor al final de los tiempos.

Esta bella jaculatoria: “señor Jesús  plántanos en tu tierra y quítanos la cizaña de nuestro entorno; apártanos de la quema y la destrucción, amén…

A quienes nos sigue a través de internet en la página: SantaAnaCentroChía.org, o siguen las eucaristías de lunes a viernes, 06:30 de la tarde, sábados y domingos 12:00h del día, a través del Facebook de la capilla Sana Ana Centro Chía, les envío mi bendición y los invito a seguir extendiendo como discípulos la buena del Señor, donde quiera que se encuentren…

Y mi bendición para todos, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén….

Exclusiva autoría del Padre Luis Guillermo Robayo.

Chía 19 de julio de 2020...

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